martes, noviembre 06, 2012

LAS MADRES TAMBIÉN SE EQUIVOCAN


























Sí, recuerdo muy bien cómo era cuando nació. La criatura más preciosa que he visto nunca. Los rasgos de la cara finos, el color de la piel rosado  y unos labios perfectos, como si los hubiera pintado el propio Apeles. Y una rareza, pues tenía el cabello oscuro y en abundancia, suave como el plumón de las ocas. ¡Lloró con mucha fuerza, y su madre rió al escucharla tan viva…! 

En mis brazos acuné a la recién nacida Agripina, hermosa y tierna como los amorcillos que rodean a Venus. Cuando se la entregué a su madre, buscó con fuerza ciega su pezón, ávida de recibir alimento, y se agarraba a él con tanta fuerza como a la vida. Tan pequeña y tan determinada a obtener lo que quería. 

Dicen, aunque yo esto no lo sé con certeza, que una adivina le predijo, años más tarde, que si su hijo llegaba a reinar, la mataría. “¡Que me mate, con tal de que reine!” respondió ella. Ay, mi pequeña Agripina, mi niña de cabello suave como el plumón de las ocas, ojala no hubieras crecido nunca o no hubieras tenido descendencia. La ambición de una madre también puede ser errada: tan fácil es para algunos arrebatar la vida… 

*Busto retrato de Agripina la Menor. Museo Massimo alle Terme. Roma. Foto: Isabel Barceló

NOTA: El 6 de noviembre del año 15 d.C. nació Agripina la menor, que llegaría a ser la matrona más prestigiosa de Roma: biznieta de Augusto y de Marco Antonio, hija de Agripina la Mayor y Germánico, hermana del emperador Calígula, esposa del emperador Claudio y madre del emperador Nerón. Este último le quitó la vida.

19 comentarios:

Cayetano dijo...

¿Qué madre puede pensar que una criatura recién nacida y tan desvalida puede albergar algún día tanta maldad?
Un saludo.

Unknown dijo...

Algún día no deleitarás con los pasos que dio su hijo para matarla.
Besos.

Dolors Jimeno dijo...

Es una historia fascinante la de esta mujer. Lo has explicado muy bien. Gracias.

virgi dijo...

Lo narras tan dulcemente, que me olvido de lo sanguinario.
Besos, querida Isabel.

Dyhego dijo...

Isabel:
Supongo que una madre nunca espararía eso de un hijo...
Vale.

Bertha dijo...

La ambición ciega los buenos instintos.Nerón: el que incendió Roma, el que se mando contruir la mayor mansión ,el que fué discípulo de Séneca.que a su vez tambien se suicidó.A mí parecer esta locura colectiva.Puede dar pie a la famosa frase" con quien te ví te comparé..."

Triste final poverella...

Un abrazo Isabel.

Laura Díaz López dijo...

Quizás cuando la espada del legionario le atravesó el vientre, Agripina también rememorara lo dulce, inocente y hermoso que era Nerón el día de su nacimiento

África dijo...

Como dicen por ahí, creo que una madre no puede imaginar ni por un momento que ese hijo adorado será capaz de algo semejante.
Pero fíjate, pasa...incluso hoy.


Un beso

Dilaida dijo...

Una interesante historia la de Agripina. Pero yo me pregunto ¿no sería ella la que cultivó con mucho afán ese campo y lo que recibió de su hijo no fue más que alguno de sus frutos?
Bicos

Juan Segura dijo...

Seguro que hoy en día mas de una madre se lamenta de que su descendencia haya crecido.
Hay muchas maneras de arrebatar la vida, y si, son fáciles, más incluso que hundir una espada en el vientre.
Basta para ello el mal uso del poder, de la palabra o de la tinta de un bolígrafo.
Un beso Isabel.
Aunque ando liado con exámenes, siempre me doy una vuelta por aqui.

Anna Genovés dijo...

Yo también soy una amante de la historia clásica, sobre todo, de Roma y Grecia. Me gusta la poesía de Safo de Lesbos y por ese y otros motivos, soy tu seguidora 685.

He disfrutado con el nacimiento de Agripina como si fuera de mi propia hija. Y, sí, ¡pobrecilla! ¡Ojalá nunca hubiera crecido!

Saludos, Ann@

PD. Te invito a mi blog, y si se tercia, te quedes: sería un placer. Gracias

http://annagenoves2012.blogspot.com.es/2012/11/frikis.html


Natàlia Tàrraco dijo...

¿Cómo saberlo? Los Hados, Destino, Fortuna...hasta Agripina fue una niña deliciosa, sucede.
Besito de regreso.

Ccasconm dijo...

Las predicciones pueden más en un alma supersticiosa que todos los amores de madre juntos.
Un beso

La Dame Masquée dijo...

Madame, todo un personaje cumple años hoy. Pero creo que no iré a su fiesta de cumpleaños, por lo que pudiera pasar!

Buenas noches

bisous

L. de Guereñu Polán dijo...

Pues la historia está llena de ejemplos en los que los hijos traicional a sus madres, y también de madres que abandonan o maltratan a sus hijos. Veamos a esta mujer en su tiempo y su ambiente aristocrático y corrupto. Un saludo.

Mayte dijo...

Que tremenda y fascinante la historia de esta mujer...siempre compartiendo belleza Isabel.

Un abrazo!

Isabel Barceló Chico dijo...

Hola a tod@s, gracias por vuestros comentarios. Agripina la menor es, para mí, uno de los personajes más fascinantes de su época, con muchas luces y sombras. Cierto que no debió ser un ejemplo de virtudes, pero estaba también rodeada de mucha maldad y peligros. En cualquier caso, lo que no mereció nunca fue recibir la muerte por orden de su hijo.
Sí, maria luisa arnaiz, tengo escrita la muerte de Agripina, pero en un libro inédito, así que, de momento, no la colgaré aquí. Besazos.

elena clásica dijo...

Pues ese libro inédito nos ha de remover las entrañas. Una historia terrible, sobre todo cuando la contemplamos desde la perspectiva que nos ofreces.
Como dicen todos los amigos en sus comentarios, ¿quién había de pensar que un comentario hecho tan superficialmente había de convertirse en una tragedia que marcaría la historia?

Un abrazo, querida amiga.

Clarice Baricco dijo...

Qué triste.